MEJORANDO PRESTACIONES

Probablemente, uno de los problemas que tienen ciertos minnows es el concerniente al de la distancia de lanzado, de ahí que a menudo muchos nos decantemos por buscar señuelos que tratan de solucionar este aspecto.

No obstante, algunos de ellos disponen de una eficacia que, pese al paso de los años, son un clásico en las cajas de muchos pescadores, y muestra palpable de ello es el Original de rapala.

En el presente caso, vamos a tratar de mejorar las prestaciones de lance de este singular artificial y, a la vez, mantener igual su letal natación, mediante la introducción de un sistema de transferencia de pesos en sus entrañas, algo que para algunos seguro que supondrá toda una herejía...

Para empezar, antes de nada, y sirviéndonos de un cutter, cogemos el babero y le quitamos la resina que lo sostiene a la madera. Luego, con cuidado y un alicate, desmontamos el plástico. A continuación, meteremos la hoja por la cola del señuelo, y poco a poco, con paciencia para no romper la madera, seguiremos el camino que nos marcará la varilla. Evidentemente, trataremos que el corte sea lo más recto posible



Al final nos quedaremos con las dos mitades y el babero a la espera de entrar en faena




Con una pinza quitamos la varilla doble para preparar el canal que aloje los rodamientos que servirán de propulsión



Seguidamente, marcamos el futuro canal con lápiz



Una vez realizado el hueco en las dos mitades, preparamos y pegamos el alambre inoxidable que recorrerá el señuelo



Ponemos las bolas en el canal. Cuidado con meter demasiadas, porque así pondríamos demasiado peso y esto podría afectar a la estabilidad y la natación del señuelo



Con todo listo, preparamos la unión de las distintas partes, y para ello antes nos aseguraremos de la limpieza de la madera. Luego, echaremos mano de pegamento de dos componentes y unas pinzas de colgar la ropa y dejaremos secar nuestra obra un par de días para que se afiance.





Al final, basta con dar un par de manos de barniz diluido convenientemente para que el cuerpo coja consistencia y el aspecto sea como recién salido de fábrica. A partir de ahora, sólo queda probar la natación en una poza y ajustar la varilla en la dirección correcta para que el señuelo baile como deseamos



Pues eso es todo. Una vez hechas las pruebas, hemos visto que el "nuevo-viejo" nada que da gusto verlo y, encima, gana en metros de lance. Ahora sólo queda meterle unos anzuelos acordes... y lo tendremos listo para la acción

Texto y fotos..
L.Carlos Prieto.