Calma chicha..con Emilio y Doc.

Cundo el despertador suena a las 4:30 a.m. uno se pregunta por qué se mete en estos fregados, la respuesta,como en todo,la da el tiempo.


Mi tío Emilio, además de buen pescador,es extremamente puntual en lo que a pesca se refiere, cuando queda contigo,sabes que cinco minutos antes lo tienes en la puerta, con lo que apuro dos galletas,cojo el equipo y en marcha que hay muchos kilómetros y algunas millas por recorrer.



6:00 am, la noche y el día se amalgaman, tras varios lances,en un querencioso bajo, parece que la cosa está parada, un mar quieto y la falta de ataques nos hacen pensar en un posible bolo.

Para ese maravilloso momento en el que el día comienza a romper,los peces desayunan y ya se puede observar donde cae el señuelo elegimos una zona que suele dar lubinas y bingo!!! allí están,dándose un homenaje a base de patexos,tenían la tripa llena.



Emilio,perro viejo,hace el primer lance aún con la lancha en movimiento,tras dos vueltas de manivela canta la primera captura,mi señuelo,que ha caído a medio palmo de la piedra,no tarda en ser engullido,la tercera y la cuarta no se hacen esperar, parece cosa de dos,es un momento de actividad frenética en la que cada lance da la sensación de que la picada es posible.
Doc,recién llegado de México,cambia el señuelo que tan buen resultado le había dado en la pesca del pez toro,en su país,por uno más apropiado al estado de la mar.El cambio fue efectivo,dos enganchadas seguidas,sólo una subió a bordo.
Mientras cambiaba la bobina de trenzado,Varivas,por dos rupturas consecutivas al lanzar, Doc y Emilio luchan con sendas lubinas al mismo tiempo,que difícil es hacer los nudos en esos momentos..
Con la salida del sol nos dejamos caer a una piedra cercana en la que no suelen salir lubinas pero está vez es diferente,Emilio y yo enganchamos dos,casi a la par, que cerrarían el capítulo de capturas.
Me hubiera encantado sacar videos y fotos de las picadas en directo pero en esa escasa hora,en la que cayeron 9,había que aprovechar.

Aquí dejó unas fotos de otros lances:


Emilio tentando a las robalizas.


Los tonos sardina son una buena opción para esta época del año.



Con el sol ya alto sólo picaban agujas,había muchísimas.



También se intentó con vinilos,sin éxito.


El tide surf 135 de Dúo,vencedor de la jornada,él feliz y el señuelo sin babero,no tardará en nadar de nuevo.


De vuelta para casa con el trabajo hecho.


Y la pesca, 9 lubinas entre los 700 y 1200 gramos.
Jornadas como esta son las que hacen afición..

Hasta la próxima paseantes..

Texto y fotos A.M.A.(Álvaro Mozos)..