SEGUIMOS PASEANDO EL PERRO (WTD) (II)

Bueno, en vista que el mesié quiere que cuente alguna anécdota de nuestra salida de pesca, voy a hacerlo, aunque espero que esto no se convierta en tradición de cara a lo sucesivo...

Desde comienzos de año, en nuestra zona de pesca se ha producido un enorme descenso de capturas, tanto en lo referente a lo cuantitativo como a lo cualitativo, y no solo en cuanto a nuestros mendas, ya que hasta los más insignes gurús del sector no recuerdan una etapa similar desde hace bastante tiempo. Por tal motivo, los regresos a casa con las manos vacías se han convertido en una costumbre que ha hecho que muchos se replanteen la pesca de la lubina, o que dediquen en volcar sus esfuerzos en atrapar otras especies, como por ejemplo al sargo mediante boya. No obstante, afortunadamente hay días en que la cal se convierte en arena, llenando de gozo a quienes tienen la fortuna de disfrutar esas jornadas en que la lubina se activa y muestra porqué es una de las especies más cotizada por parte del pescador de caña. Pues, bien, este fin de semana tuvo lugar uno de esos periodos en que ambos pudimos gozarlas con el deleite de quien las tienta por primera vez.

El jueves, aprovechando el declive del maretón, a última hora me puse a buscarlas con chivo en una zona de batiente que siempre me ha dado un especial pálpito. Pese a todos mis esfuerzos, al final tuve que regresar de vacío, y eso pese a estar el sitio tal y como lo muestro. Juzgad vosotros mismos.



El viernes, en cambio, no supuso ningún cambio de panorama. El mar, bravío como en la jornada anterior, ni siquiera permitía arrimarse con chivo, por lo que tocó hallar resguardo, aunque, entre ellas, siempre tenemos sitios en donde puede sonar la campana con más probabilidades que otras



Lanza que te lanza, llega la primera con el color "mariconetti", una librea bastante denostada por los pescadores, pero que, en cambio, en ciertas aguas me está dando muchas alegrías. Por suerte, y dado que cualquier pez que no de la talla siempre la devolvemos al agua con vida, la mordida no afectó a ningún órgano vital. Foto, besito y al agua.




Con la sonrisa en la cara por haber engañado a la primera de la tarde, una segunda valiente vuelve a atacar el engaño, aunque esta vez con una furia que le impide acertar la embestida. Véase por dónde entró el robador, aunque pude devolverla al agua sin que sufriera daño alguno



A todo esto, telefonazo del cherif, preguntando por dónde estaba, pues habíamos quedado de inicio, pero el caso es que, en vez de encontrarnos, cogimos dos puestos distintos, aunque separados por tan solo una montaña. Me dice que él también ha cogido otras dos, y una de ellas la tiene reservada para casa. Que la ha dejado sobre una piedra...La madre que me parió, ¿dónde está la lubina? A ver si se ha caído con el portapeces puesto... Total, que al cabo de unos minutos pasa por donde me encontraba con los ojos del niño que sabe que ha hecho una indiada. La lubina, perdida y con el portapeces colocado a modo de collarín. Estuve por coger dos pedrolos y darle con ellos en la cresta. Una verdadera lástima, más que por la pérdida del pez, por el más que incierto futuro que le aguarda...

Posteriormente, nos quedamos en el sitio en que estaba de inicio, y lo cierto es que ambos lo gozamos como dos criaturas; allí estaban nuestras queridas lubinas, la mayoría de tamaño exíguo, atacando, aunque sin morder, y una de ellas bien entrada en carnes quiso seguir los pasos de una gominola que le serví a modo de lanzón hasta la misma orilla, para luego darse la vuelta ante mis morros. En fín, otra vez será.

Al día siguiente continuó la actividad, y ambos cogimos una cada uno. Visto como está el patio, al menos nos divertimos un buen rato.

PD.Como habréis podido observar,la foto de cabecera no corresponde al mismo día de salida,si no, al día anterior,estaba,como dice Carlos"de maretón"ya se ve en la parte izda.de la foto como platea el chivo pero como es una..continuación del artículo anterior,lleva el mismo título..

Hasta la próxima paseantes..

Texto y fotos.
L.Carlos Prieto.