Habelas, hailas...

No, no estoy hablando de meigas, aunque en esto de la pesca hay días en los que uno no sabe que pensar, sino de nuestra querida amiga.

Se ha acabado el verano y Septiembre ya nos ha obsequiado con algún mar en condiciones, con unos días libres no había escusa para no intentarlo.

Primer escenario: el puerto.


Prefiero los acantilados y las playas salvajes pero cuando llevas una semana viendo pasar lubinas y lubinas por debajo de los bandos de chinchos da igual que sea un puerto o una charca, hay que tentarlas.


Como poco divertido, tres chascas, muchos ataques en superficie y carreras frenéticas detrás del señuelo.


El X-Dog junior, una golosina para estas chiquitinas que aun tienen mucho que nadar.

Segundo escenario: la ría.

De camino a miña terriña galega, hice una parada estratégica en Cantabria para pescar con J. Carlos, teníamos ganas de probarla de noche con la marea baja, al llegar la labrax nos recibió con un saludo protocolario: dos enganchadas seguidas.


A la mañana siguiente amanecimos en la ría, con la marea media no llegábamos al canal lo que llevó a J. Carlos a poner un chivo, su lance acertó en el medio del canal, tres vueltas de manivela y el carrete a cantar, sin casi hilo tuvo que apretar el freno pero el magnífico ejemplar llevaba demasiada carrerilla y se fue con todo.

Aun desencajados por la pérdida mi Daiwa Current Master fue trabado por una junior que ya sabe lo que es ver a dos humanos y vivir para contarlo.

A las nueve se unieron Fermintxo, Carlos, Nervión y un incipiente mar de fondo.

Tercer escenario: el pedrero.

Ya en Galicia llamé a mi hermano Alfonso y quedamos en el epicentro de terremoto robaliza.


La marea vacía, el mar lleno de algas y mucho camarón y las lubinas de color dorado.



Salió el sol y el mar se quedó completamente, parecía difícil que picasen.



Alfonso está mejorando en técnica y en lectura del medio, su ilusión es enorme.


30 no son 36, ya volverás cuando des la talla.

Cuarto escenario: zona mixta piedra y arena.


Llegué tarde, con poca luz y el mar como un plato. Opté por los paseantes igual que una de kilo.

Parece que están entrando, toda una alegría. Recordad, pequeños míos, se dice el pescado pero no el pesquero……jeje!!!

Hasta la próxima paseantes..

Texto y fotos A.M.A.