POR INTENTARLO, QUE NO QUEDE

Tras pasar unos cuantos días asolados por el monzón, el cielo nos dio un respiro este fin de semana y nos permitió salir al mar sin amenaza alguna de padecer aguaceros inesperados. Por suerte, tal circunstancia ha tenido lugar coincidiendo con la luna llena y sus consabidas mareas de poderosos coeficientes, siempre tentadoras de cara a la búsqueda de la jefa del rompiente norteño. Había que salir sí o sí...

Como imaginaba que las lluvias habían impedido a muchos hacerse a la costa, el sábado madrugué en exceso y puse rumbo a una piedra próxima a mi casa, no sin antes toparme con este maleducado erizo que no se dignó a posar por las buenas ante la cámara. Nada, majete, a seguir roncando en el prado...



La tarde anterior pude ver que el estado del mar no estaba para florituras, de ahí que esta vez saliera con el equipo "jevi": caña de 4,20 m. unida a un carrete 5000 con trenza de 30 libras y vinilorros provistos con cabezas plomadas de 1,5 a 2 onzas. Cuando el mar dicta sus condiciones, hay que tratar de adaptarse a él. Eso sí, a estos versátiles señuelos les he colocado un anzuelo palangrero Mustad 5/0 en la cola para cuando el pez muerda en el extremo, pero con un sistema que permita que ésta se debata con plena libertad, cuestión nada fácil. A priori, podrá parecer que queda feo, pero cuando recuperamos línea, ese anzuelo trasero ascenderá con el roce del agua y se pegará a la cola, quedando a la vez oculto por el cuerpo de plástico. Haced la prueba, y luego me contáis.



Pues bien, tras intentarlo denodadamente durante el fin de semana y terminar con los riñones "al jerez" de tanto subir y bajar costa, esta vez ellas volvieron a salirse con la suya. Pero, en esta vida, nada dura eternamente, y sabemós cómo empieza cada día, pero no cómo acabará. Por eso, aunque no oigamos que se está pescando, no os hagáis los remolones y salid, que nunca se sabe, y, en casa, las cañas no pescan.

Hasta la próxima, paseantes

Salu2 sala2

Texto y Fotos..L.Carlos Prieto.