LUBINAS DE CHERNOBYL

Vaya captura más rara que hice estando junto al mar, ¿a que sí? No, no se trata de ninguna mutación en nuestras queridas, lubinas. Todo tiene una explicación.

Hace unos días, el bueno de Juan nos llevó a zumbarles el morro a los black bass de sus cotos, y vaya jornada que nos pegamos, Eso sí, para los que nos lo conozcáis, el bass es un pez astuto y retorcido como pocos, y aunque conseguimos unas cuantas capturas, lo cierto es que nos hicieron sudar tinta.

Llevamos, como siempre, un arsenal de señuelos, pero el caso es que estos pájaros sólo querían señuelos pequeños, o cucharillas giratorias. Nada de paseantes o vinilos, y mira que les gusta, pero ya se sabe, ellos al final son los que deciden. Ah, y nada de cables en el bajo. Fluoros del 0,14, y gracias, que aún así, lo rechazaban.

Para nosotros, que somos más dados al agua salada, fue una experiencia realmente excitante. Verles salir disparados, y pelear como posesos cuando mordían, fue un espectáculo precioso. Eso sí, los grandes nos miraban de cerca cuando seguían el señuelo, y de vez en cuando, sacaban el catálogo. Miraban hacia arriba, pasaban las hojas, y decían: "Este, Rapala", "Esta, Mepps", "Este, Lucky"... Anda que no son espabilaos...

Al final conseguimos unas cuantas capturas, pero lo mejor fue la experiencia vivida. Ojalá tengamos pronta ocasión de volver a intentarlo con ellos, porque nos lo hicieron pasar teta, y, lo que es mejor, en inmejorable compañía.

Hasta la próxima, paseantes...

Texto y fotos..L.Carlos Prieto